Fue fundada en 1922 por la familia Monserrat, luego estuvo abandonada hasta que fue adquirida y restaurada en 1999 por la familia Batisttella, en la actualidad se muestra como una interesante fusión entre tradición y tecnología.
El clima árido del oasis del Valle de Tulum permite una vitivinicultura respetuosa del ecosistema, el seguimiento constante de viñedos propios, y la tecnología para realizar la elaboración, son la base de la excelencia de los vinos elaborados en Las Marianas.
Los cultivos en las variedades Syrah, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Merlot, Semillón, Malbec son conducidos en espaldera alta y parral. El seguimiento durante todo el ciclo del cultivo permite lograr, a través del manejo de riego y la canopia, la calidad requerida para las uvas con las que luego se obtendrá el vino.
El proceso de elaboración de vinos comienza cuando las uvas alcanzan el grado de madurez requerido por los técnicos de la bodega. Las uvas son cosechadas en forma manual y transportadas a la bodega en recipientes plásticos de 15 kg. de capacidad. Durante la molienda se realizan las correcciones necesarias a cada mosto para que el proceso de fermentación se desarrolle en las mejores condiciones.
Un riguroso seguimiento y control de este proceso con la tecnología disponible, permite preservar las características distintivas que cada varietal obtiene durante la producción.
Finalizada la elaboración y guarda, se realiza una selección de vinos que serán fraccionados con la marca “Fray Justo”, en series de 6000 botellas de cada varietal.
Al visitar la bodega el turista o sanjuanino podrá conocer las instalaciones de la bodega, el proceso de elaboración del vino para finalmente degustar los varietales.
La Bodega ofrece un escenario natural único que combina: uvas, parrales y cerros de la precordillera sanjuanina.
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